El enfrentamiento entre Lozoya y Brufau se revive ante los intereses del PEMEX de Peña Nieto por invertir en el yacimiento argentino de Vaca Muerta
El capítulo Emilio Lozoya y Antonio Brufau volvió a dar revuelo en España al trascender que la representación de la mexicana Pemex en el consejo de Repsol está usando el proyecto de la construcción de los flóteles en la Xunta de Galicia como chantaje para aterrizar cambios en la dirección a cambio de la adjudicación de las dos navieras gallegas.
Teniendo a su favor la Reforma Energética que fue aprobada en el Congreso de la Unión el pasado 12 de diciembre, los directivos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), encabezados por el director Emilio Lozoya Austín, pretenden manejar las cartas a su favor dentro de la empresa española Repsol, por lo que ha activado su pleito con su director Antonio Brufau.
Hay que recordar que el 26 de noviembre del 2013, PEMEX fue el único accionista de Repsol que no respaldó la gestión de Antonio Brufau al frente del Consejo de Administración de la petrolera española.
No obstante, Emilio Lozoya tuvo que aceptar que perdió frente a Brufau, quien fue respaldado para seguir al frente de la dirección, pero al mismo tiempo celebraba los acuerdos alcanzados entre España y Argentina para indemnizar a Repsol, la cual fue expropiada por lo argentinos pero años más tarde la española ganó en tribunales la batalla.
Y Lozoya Austín celebraba porque desde que tomaron las riendas de PEMEX, con la asunción de Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República, tiene sus intereses puestos en la explotación de uno de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo: Vaca Muerta.
Según indican las publicaciones españolas como el diario El Confidencial, Emilio Lozoya Austín quiere utilizar a Repsol para los planes de Enrique Peña Nieto y sus planes en el sector energético. Es por eso que ha estado atrasando la adjudicación de la construcción de los astilleros en la Xunta de Galicia y ahora pone una nueva fecha: el 28 de enero, justamente un día antes de la celebración del próximo Consejo de Administración de Repsol, donde exigirá otra vez la cabeza de Antonio Brufau.
Para ello, se argumenta que la empresa petrolera mexicana también quiere que se acelere el acuerdo al que llegaron con la empresa argentina YPF para liberar a Vaca Muerta y así PEMEX, empresa que han dicho está en quiebra, pueda invertir en dicho yacimiento.
Con el 51 por ciento de acciones que compró PEMEX de Repsol, la administración de Emilio Lozoya Austín quiere controlar y mandar en la empresa española y hasta se está denunciando que la petrolera mexicana se está valiendo de la construcción de las navieras o flóteles para chantajear a los directivos de Repsol.
PEMEX ha ido retrasando en cinco ocasiones la adjudicación de la construcción de los flóteles y eso tiene preocupado al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dado que los dos astilleros que harán la construcción Hijos de J. Barreras y Navantia está en situación de paro técnico y ese proyecto significa el rescate económico de dicha población.
La paraestatal mexicana fijó la nueva fecha de adjudicación para el 28 de enero un día antes de la reunión del Consejo de Administración de Repsol, en donde los enviados de Emilio Lozoya pretenden convencer a los accionistas a aceptar del todo el acuerdo que propuso Argentina para compensarla por la confiscación de YPF y de acuerdo a las garantías que exigió Brufau para que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner asegure el pago de los bonos nacionales que recibiría a cambio de la incautación.
Esas diferencias han provocado que Repsol no acepte la propuesta del gobierno de Argentina y por el otro lado que Emilio Lozoya no apruebe la adjudicación de los flóteles.